La enfermedad tarde o temprano acaba por llegar a nuestra vida. A veces de forma inesperada. Sin avisar. Y casi siempre como compañía indeseada que inquieta y desazona. Y es que nadie nos enseña a estar enfermos. Este libro es una pequeña ayuda para esa batalla que nadie puede librar por ti. La de no dejarte ahogar por la soledad y la desesperanza. Una guía para percibir, en el misterio de la enfermedad, esa buena noticia que brota casi en cualquier situación y lugar. Una forma de dejarse acariciar, leyendo, por la mano amable de Dios.