Al contrario de lo que a veces se piensa, la relación entre fe cristiana y ciencia tiene una larga historia y existe una íntima relación entre ellas. Este libro aborda el desarrollo de los puntos de los principales puntos de convergencia y también de distanciamiento entre ambas a lo largo de dos milenios. Desde los primeros contactos en el marco filosófico y científico grecolatino del Imperio Romano, hasta los problemas de incompatibilidad entre la ciencia y la fe planteados con el crecimiento de la Ilustración. Dificultades que comienzan a superarse gracias a los testimonios de científicos que encuentran en el estudio del mundo la presencia de un Dios creador.