Dios ha roto su silencio y en Cristo ha manifestado al hombre su designio inaudito de establecer con él una comunión de vida. En esto consiste la revelación, acontecimiento decisivo para la fe y fundamento de toda investigación teológica. De ahí que su estudio constituya una prioridad tanto desde un punto de vista apologético, que reflexiona sobre el hecho y los signos de la revelación, como desde una perspectiva dogmática, que busca descubrir su naturaleza, sus dimensiones y su profundidad. Esta obra quiere ser una contribución a la dogmática de la revelación. Busca la inteligencia de la fe apoyándose en la Escritura y en la tradición, en la predicación y en la liturgia de la Iglesia. Responde además a las inquietudes de nuestra época, que desea devolver a la palabra de Dios el puesto de honor que le pertenece en la fe y en la vida cristiana, y conecta con las preocupaciones ecuménicas, el poner en el centro esta Palabra.