¿Es posible decir hoy algo filosóficamente sobre la resurrección? A tal reto se enfrenta desde la fenomenología esta obra, que toma en serio la perplejidad de Nicodemo cuando se pregunta si «puede volver a nacer siendo viejo» o si tendrá la posibilidad de «entrar por segunda vez en el seno de su madre y nacer». Sin negar la finitud, categoría que resume la condición presente del hombre, este ensayo se esfuerza en responder no solo desde el ámbito espiritual (bautismo), sino también y sobre todo desde el carnal (resurrección definitiva). Porque si es verdad que la resurrección lo cambia todo, no puede ser nada distinto de la metamorfosis o transfiguración de la manera como se vive en el mundo la propia corporeidad. El autor, tras abordar en Pasar Getsemaní (primera entrega) los temas de la angustia, el sufrimiento y la muerte, dedica Metamorfosis de la finitud (segunda entrega) a indagar en la resurrección, que entiende como germinación o (re)nacimiento de la carne; por último, en Las bodas del Cordero (tercera entrega) afrontará el sentido que tiene la unión de la divinidad con la humanidad a partir de la comensalidad eucarística, realidad que anticipa el banquete último y transformador de la carne