Desde su nacimiento, el cristianismo ha estado presente en Oriente Medio. Sin embargo, la aparición del islam a finales del siglo VII y su preponderancia política y lingüística influyeron fuertemente en aquella región y también en las comunidades cristianas. Al convertirse el árabe en la lengua de la cultura, los autores cristianos la adoptaron en sus escritos. Fruto del encuentro y del desencuentro con el islam, nacen obras de género apocalíptico y apócrifo en los antiguos monasterios palestinos, textos de autores melquitas, nestorianos y monofisitas, tratados dogmáticos y composiciones poéticas, sin olvidar la traslación al árabe de la Sagrada Escritura y de escritos emblemáticos de la patrística, la hagiografía o la liturgia. Damasco, Bagdad y El Cairo destacaron en esta actividad literaria, que incluso fructificó en al-Ándalus. Pilar González Casado, doctora en filología árabe, y conocedora del hebreo, el siríaco y el copto, es profesora de literatura árabe cristiana en la Facultad de literatura cristiana y clásica San Justino, de la Universidad de San Dámaso (Madrid). Es autora de numerosas traducciones y artículos en revistas especializadas.