El sentir, los sentimientos y las leyes que rigen la vida emocional no encuentran en la psicología su marco de referencia originario, sino en la ética. Por esa razón, cuando se abordan con el método fenomenológico ofrecen una teoría completa de la persona y, por tanto, una verdadera antropología. En Esencia y formas de la simpatía (1923), Scheler profundiza y completa la teoría de los sentimientos que había comenzado a esbozar en su Ética (1916). Con este fin, estructura su investigación a partir de tres cuestiones fundamentales. En primer lugar, la empatía, a la que define como aquellos procesos de congratulación y de compasión que surgen cuando se alcanza el sustrato más antiguo de la conducta simpatizante. En segundo lugar, el amor y el odio, considerados positivamente como formas peculiares de comportarse ante los objetos dotados de valor. Por último, la percepción del yo ajeno, que define como un tipo de conocimiento al que sólo se accede mediante la simpatía y el amor. El resultado de esta empresa es a la vez teórico y práctico, pues no solo se postula un realismo directo a la hora de conocer el yo propio y el ajeno, sino que este último y su sentir puede llegar a revelarse y ser percibido interiormente del mismo modo como se logra acceder al yo propio. Max Scheler (1874-1928) es un destacado pensador alemán de la primera mitad del siglo XX. Seguidor de Husserl, aplicó el método fenomenológico a la ética y a la filosofía de la religión