¿Tiene que ver algo la ética con la técnica? ¿Es posible ser un buen ingeniero sin tener en cuenta la dimensión humana del propio trabajo? Resolver éstas y otras preguntas, rebosantes de aplicaciones prácticas, parece ineludible para que los ingenieros alcancen una formación completa, que les permita aspirar a la excelencia de su profesión.