El Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo constituye la primera obra mayor de Tomás de Aquino fruto de su enseñanza como bachiller sentenciario al comenzar su primera estadía en París (1252). La obra de Pedro Lombardo (ca. 1090-1160), objeto del Comentario, ofrece un capital patrístico bien ordenado, que el Aquinate desarrolló y superó resueltamente. La materia de las Sentencias se distribuye en cuatro libros: I. Dios Uno y Trino; II. Dios Creador; III. La Encarnación del Verbo y su obra de Redención; IV. Los Sacramentos y la Escatología. Todo ello está organizado en torno a dos núcleos temáticos: Las cosas teologales (los tres primeros libros) y Los signos teologales (libro IV). Pero Tomás de Aquino deja en segundo lugar esta división lombardiana de 'cosas' y 'signos' para organizar la teología teniendo a Dios como centro, con todas las cosas a su alrededor según una relación de descenso (proceden de Él como origen) y regreso (vuelven a Él como fin último)