La obra filosófica de Descartes y la de Kant enmarcan el principio y el final de la época que se conoce en filosofía como moderna. La unanimidad en la atribución del calificativo de iniciador y 'padre' de esta época filosófica a Descartes es ya un lugar común, y no menos unánime es la convicción de que el pensamiento de Kant, plenamente moderno constituye un hito significativo, un nuevo método del pensamiento. Entre uno y otro se suceden, en el espacio de dos siglos, una serie de autores que se cuentan entre las grandes figuras de la historia y de la filosofía y que se relacionan con dos tradiciones del pensar: el racionalismo y el empirismo.