Tras el discurso eucarístico de Cafarnaúm, el apóstol Pedro dirigió a Jesús estas palabras: «Nosotros creemos y conocemos que tú eres el Santo de Dios» (Jn 6, 69). La fe, en efecto, otorga ya un hondo conocimiento de la verdad revelada, pero al mismo tiempo mueve a querer saber más de ella, lo que se traduce en un deseo de conocer mejor la doctrina y la moral católicas, de captar asimismo con más intensidad las riquezas de la liturgia de la Iglesia y, en fin, de entrar más hondamente en la vida de oración. Creemos y conocemos, pero queremos profundizar más. Eso es lo que nos ofrece la lectura atenta y motivada –el estudio, en realidad– del Catecismo de la Iglesia Católica. Este libro está pensado, con ese propósito, para servir de ayuda a los lectores del Catecismo y a cuantos se ocupan de enseñarlo a los demás