¿Puede concebirse el universo como una obra de arte? En este volumen se estudia el pensamiento de S. Buenaventura sobre el arte humano y el divino. El análisis de la analogía entre ambas operaciones lleva a comprender que este autor explicó el origen radical de la belleza de las criaturas a partir de la acción creadora de Dios Trino. El Artista divino se expresa y comunica en sus obras; por eso, todos los seres son y manifiestan alguna semejanza de la belleza infinita de su Creador. Así se advierte que para S. Buenaventura, la hermosura multiforme del universo compone un inmenso poema que la Trinidad dirige y regala al hombre, invitándolo a responder al don de su amistad. Con el desarrollo de estos temas se iluminan cuestiones teológicas fundamentales como la mediación del Verbo –“arte del Padre”–, la consistencia de las criaturas, o la dignidad del hombre, artista a imagen de Dios. Esta perspectiva ayuda a entender que también el arte humano consiste en un tipo de lenguaje expresivo que de suyo se orienta a la creación de belleza.