Leopoldo Marechal, revolucionario de las ontologías verbales, es uno de los escritores argentinos más inclasificables y sorprendentes. El choque de concepciones y prácticas estéticas, de registros lingüísticos, de espacios y de tiempos, de tradiciones literarias y filosóficas produce inusitados resplandores que deslumbran y también desconciertan. A tal punto que su densa y extensa obra se ha demorado en encontrar la visibilidad y la comprensión que merecería, a la par de otras producciones en ello más afortunadas.