Este es un libro fruto del esfuerzo de varios de los juristas, historiadores, filósofos e hispanistas más reconocidos, tanto de América como de España, y se dedica a estudiar el traslado de la cultura peninsular al Nuevo Mundo, incluyendo el modo en que se construyeron las primeras urbes y la integración de las formas de vida cotidiana que fueron importadas en conjunto con el sistema imperial hispánico. Además, aborda el tránsito vivido por la institución familiar y la educación tras la fundación de la Nueva España, la impartición de justicia en las Indias, los avatares provocados por la injerencia británica en la América española, así como el valor de lo hispanomexicano en Salvador Madariaga y la ilustración en ultramar. Con ánimo crítico también se discuten los problemas de la hispanidad, el papel de la Corte Interamericana de Derechos Humanos frente a lo hispanoamericano, los aprietos de la izquierda latinoamericana del presente siglo y la idea de mestizaje.