Esta obra responde a la necesidad de articular de manera coherente una concepción unitaria de la persona humana. Se articulan en la primera las facultades humanas, las comunes (nutrición, deseos e impulsos) y las específicas (conocimiento y amor). La segunda parte se centra en la noción de persona a partir de su fundamentación metafísica, para culminar con aquellas manifestaciones propias del ser personal: libertad, amor, la cultura, el trabajo y la técnica, etc. La pregunta acerca del origen y destino de la persona humana, con la que se cierran estas páginas. Con un estilo claro y sistemático la lectura de este libro invita a continuar la reflexión, nunca agotada, sobre la grandeza y dignidad del hombre.