Muchos científicos consideran que la investigación académica es una actividad pura que no debe ser contaminada por el mercantilismo de la Sociedad y, en general, desconocen el mundo de la empresa. En palabras del autor, «la sensación al pasarme a lo que muchos de mis colegas consideraban “el lado oscuro de la fuerza” fue la de sorpresa, seguida de encantamiento absoluto... Algo así como meterme en Jurassic Park, perderme en una selva llena de helechos gigantes y árboles altísimos, verme cara a cara con un velociraptor y un brontosaurio y pensar: “jo, esto es lo mío”». A través del relato de sus errores y aciertos como científico pasado a la gestión y emprendimiento en biomedicina, Ruiz Ávila nos pasea por su vida en "businesslandia" y por el camino nos arranca, cuando menos, una sonrisa de complicidad.