Es bien conocida la afirmación aristotélica de que el ser humano es un "animal sociable", de manera que los miembros de nuestra especie necesitamos unos de otros dada la condición de espíritus encarnados. Sin embargo, el individualismo actual tiende a hacernos pensar que se es más perfecto en la medida en que una persona se basta a sí misma y es capaz de decidir su futuro aisladamente y en función a sus propios intereses. Las consecuencias están a la vista y quienes no viven abiertos a los demás y a su bien, paulatinamente van promoviendo a su alrededor precisamente lo contrario a lo que es su mejor bien: vivir en comunidad. De la Familia a la Comunidad es un trabajo académico que espera ser un elemento que entusiasme a la comunidad académica internacional a interesarse por uno de los «grandes temas": la familia.