Se centra, en una primera parte, en la caracterización filosófica de la época del Renacimiento. Estudia ahí tanto su continuidad con la Edad Media, como su ruptura y vía de entrada a la modernidad y, en este sentido, realiza un enfoque de la noción de razón en el Renacimiento. El núcleo más significativo de este estudio aborda dos figuras centrales de este movimiento, esto es, Nicolás de Cusa que se sitúa al comienzo de este momento histórico y Giordano bruno que cierra las puertas del Renacimiento. Del primero, investiga la noción de criatura en su ser una visión del Absoluto, la noción de libertad, y el nuevo significado del concepto del conocimiento. Del segundo, afronta la noción de un universo infinito, equiparable a la infinitud divina; a partir de ahí, examina la noción de causa y de razón. En este último punto, la razón se presenta a la vez como heroica y trágica, al tratar de alcanzar un infinito que le sobrepasa.