¿Podemos ser libres si Dios es señor de la historia? ¿Es el hombre autor de su propia vida o es un mero intérprete de un drama ya prefijado hasta en sus mínimas escenas? Este problema, tan actual como para seguir constituyendo un tema recurrente en el cine y otras manifestaciones artísticas contemporáneas, es el que intentaron resolver los escolásticos españoles del s. XVI envueltos en las así llamadas disputas de auxiliis, acerca de la libertad humana y la gracia. La respuesta de Báñez al dilema de la omnipotencia divina frente a la libertad humana nos obliga a reconocer que hay dilema sólo si presuponemos comprender bien cómo actúa Dios.