Lo que Villameriel hace es un libro de viajes en la tradición de la literatura casticista. Porque en sus páginas hay referencias a Azorín, con su prosa precisa, sus frases breves y un punto de ironía tierna que ilumina el texto sin ofender a nadie. Pero también las hay a Camilo José Cela y su Viaje a la Alcarria, con esa sucesión de vecinos, posaderas, dueñas, camareros, monjas y camioneros, con sus cocidos manchegos y fritangas de panceta, sus tardes de agosto con 39 grados a la sombra y las verbenas de algunos pueblos en fiestas. Por suerte, la España que ha visitado Villameriel estará vaciándose pero todavía existe. Y nos recuerda lo que somos, de dónde venimos y dónde están nuestras raíces. Por si lo habíamos olvidado. (Del prólogo de César Coca).