El sector de la moda ha sido uno de los sectores más afectados por la maldita pandemia del COVID-19, pero hay motivos para tener esperanza en el futuro, más allá del incremento de las ventas que se espera debido al consumo embalsado durante los meses de la pandemia. En cualquier caso, las empresas vamos a tener que modificar nuestro modelo de gestión para garantizarnos el éxito en el nuevo entorno al que nos tenemos que adaptar. Las empresas de moda del futuro serán organizaciones fuertemente digitalizadas, es decir, con procesos muy automatizados y un uso intensivo de datos para conocer muy bien al cliente. La transformación digital es, por lo tanto, un elemento esencial.