Resulta inexplicable a primera vista que, a pesar del bienestar conseguido por el progreso científico y técnico, mayor es el desencanto de las personas. Hechos llamativos como la delincuencia, la violencia sexual, la miseria, la ignorancia, la drogadicción, la ceguera ante el sentido de la vida, la falta de criterio propio que responda a una adecuada escala de valores, la incapacidad para la vida familiar, son manifestaciones de la silenciosa frustración personal que se rumia cuando el hombre insatisfecho se encuentra consigo mismo. Esta situación crea en las personas una inseguridad que las hace dudar de las cuestiones en las que se fundamenta su identidad y su propia existencia, y las lleva a preguntarse: ¿vale la pena vivir?; ¿Dios existe?; ¿puedo ser feliz?; ¿por qué existe el sufrimiento? La respuesta o, mejor, la solución, solo podemos encontrarla en el amor, ya que es el sustrato que vivifica la vida personal en todas sus manifestaciones y modalidades, y cubre la necesidad más profunda del ser humano. Es, en fin, el que puede hacernos alegres en la tierra y felices en el cielo. Pero, ¿sabes qué es el amor, a quiénes hay que amar y cómo hay que amarlos? Responder a estos interrogantes es, en definitiva, el propósito de este libro