Somos impacientes; necesitamos entender, y que nos empiecen a explicar cuanto antes que ciertas cosas llevan su tiempo. Somos capaces de perseguir objetivos muy ambiciosos si nos los creemos, pero necesitamos ayuda para poder digerir y gestionar las frustraciones que forman parte del camino. Quizás podamos parecer un poco soberbios por nuestra osadía, pero la realidad es que valoramos tremendamente la experiencia, y aunque no lo parezca, queremos escuchar. Es más, necesitamos mucha comunicación, ya que apreciamos el feedback sincero y continuo, que nos ayuda a crecer cada día». (Del prólogo: De millennials a millennials, de Nacho Vidri, 26 años, fundador de POMPEII).