Desde su infancia, el cardenal Tarcisio Bertone ha sentido una profunda admiración por los Pontífices, tanto que incluso deseaba conocerlos de cerca. Tras finalizar sus labores en la Santa Sede, decidió plasmar en un libro los recuerdos más vivos de los Pontífices que conoció a lo largo de su vida como testigo privilegiado, según le dijo el Papa Francisco durante un encuentro amistoso que mantuvieron. El Papa Francisco reconoció en Bertone la serena y madura experiencia como servidor de la Iglesia que le ayudó, como Secretario de Estado en los primeros meses de su pontificado, en el inicio de un conjunto de relaciones institucionales necesarias para un Pontífice.