La moral católica se esfuerza en responder a la aspiración del corazón humano al bien y a la verdad exponiendo las reglas que es necesario observar para hacerla crecer y fortalecerse a la luz del Evangelio. Ésta es su auténtica misión. -La moral católica no se reduce en absoluto a un código de prohibiciones y preceptos enseñados por la Iglesia para asegurar la obediencia del pueblo en detrimento de su libertad; se esfuerza, más bien, en responder a la aspiración del corazón humano al bien y a la verdad exponiendo las reglas que es necesario observar para hacerla crecer y fortalecerse a la luz del Evangelio. No es opresora por naturaleza ni conservadora por principio; pretende ser educadora con objeto de lograr ese propósito. Esta es su auténtica misión. Servais Th. Pinckaers, dominico, nacido en Liège en 1925, es profesor de teología moral en Friburgo de Suiza, doctor en Teología y miembro de la Comisión Teológica Internacional.