En esta pequeña obra de carácter ascético, el autor ofrece a los creyentes algunas orientaciones para adquirir y vivir la virtud de la humildad, dirigidas a los seminaristas de Perugia, parecen interpelar personalmente a cada lector: “Si quieres adquirir esta perla preciosa, que es la prenda más segura de santidad (...), recibe dócilmente los avisos que voy a darte y ponlos fielmente en práctica”. Se han incluido también dos Cartas de Teresa de Lisieux, extraídas de Historia de un alma: la primera va dirigida a su hermana sor María del Sagrado Corazón. Sobre la segunda, la propia santa explica: “Al escribir, me dirijo a Jesús, con quien hablo; así me será más fácil expresar lo que pienso”. Son dos hermosas muestras de la humildad y confianza en Dios que manifestó durante toda su vida. Gioacchino Pecci (1810-1903) nació en el seno de una familia italiana de la pequeña nobleza. Recibió la ordenación en 1837 y se doctoró en Teología. Gregorio XVI le nombró nuncio en Bélgica en 1843. Tres años más tarde era ya obispo de Perugia. En 1876 fue llamado a la Curia por Pío IX, quien le nombró Camarlengo. En 1878 fue elegido Papa, y tomó el nombre de León XIII. Es conocido su afán de renovación teológica. Condenó los errores del modernismo con la publicación del Syllabus, y hubo de sufrir ante la promulgación de leyes anticatólicas en Francia, Portugal y España.