En estos artículos Dorothy Day reflexiona sobre su vida como madre soltera, su tiempo en la cárcel por desobediencia civil, sus luchas por mantener a flote su Movimiento de Trabajadores Católicos, y sus viajes en autobuses abarrotados para poder informar, desde primera línea, sobre conflictos laborales, desigualdad racial y pobreza. Sin mordazas ayuda a entender la humanidad y tesón de esta incansable defensora de la libertad, y aproxima al lector a su vibrante espiritualidad, verdadero fundamento de su fortaleza. Dorothy Day (1897-1980) trabaja como periodista revolucionaria, defendiendo activamente los derechos de la mujer, el amor libre y el aborto. Ella misma aborta su primer hijo por temor a ser abandonada por su amante. Es considerada por muchos -entre otros, por Barak Obama- como una de las grandes reformadoras de la historia americana. “Supo oponerse a las lisonjas ideológicas de su tiempo para elegir la búsqueda de la verdad y abrirse al descubrimiento de la fe (...). Dios la condujo a una adhesión consciente a la Iglesia, a una vida dedicada a los desheredados” (Benedicto XVI, 13.II.2013). Su proceso de beatificación, ya iniciado, “podría recordar a muchas mujeres de hoy lo grande que es la misericordia de Dios (...). Ella estuvo al margen de la fe y supo descubrir el camino correcto para vivir en plena coherencia con la exigencia de la fe católica” (Cardenal John O'Connor).