Las virtudes pueden ser una ayuda, pero también un obstáculo, un límite, un estorbo. En ese caso, no pocos optan por considerarlas algo ornamental. El juicio de prudencia se reduce entonces a la simple toma de decisiones, sin mapas ni códigos. Frente a esa opinión, el autor defiende la primacía de la persona y el respeto de su dignidad e integridad, como límite infranqueable de cualquier actividad biotecno científica. La bioética que propone no suprime las normas y llega aún más lejos, al no perder de vista el elemento esencial de la ética: la felicidad, el bien. Roberto Esteban Duque (Mira, Cuenca, 1963) es sacerdote, profesor de Ética y Bioética en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid), licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y doctor en Teología Moral por la Universidad de San Dámaso (Madrid). Entre sus publicaciones, cabe citar Moral socioeconómica y política, Ensayo sobre la muerte y La verdad del amor.