¿Es el universitario una oveja, que hay que unir a un buen rebaño para que alcance una buena posición económica? ¿Eso es todo, o casi todo? Deresiewicz denuncia carencias, interpela, incomoda. Porque está en juego la propia construcción interior de la persona. Enseñar no es un problema de ingeniería. No se trata de transferir una cierta cantidad de información de un cerebro a otro. “Educar” significa “conducir”. El trabajo de un profesor es conducir los poderes que permanecen latentes en el interior de los estudiantes. Un profesor despierta; un profesor inspira (...). No está allí para “responder preguntas”, o al menos esa no es la parte más importante de su trabajo; está allí para hacerlas. William Deresiewicz es ensayista, conferenciante y crítico literario. Fue profesor en las universidades de Yale y Columbia, y actualmente ocupa una cátedra en Artes liberales en la de Chicago. Ha publicado cientos de ensayos y artículos, entre otros, en New York Times, The Atlantic y The Nation, traducidos en 17 lenguas. Ha sido premiado con el Hiett Prize en Humanidades, el Balakian Citation for Excellence in Reviewing, y el Sydney Award. En tres ocasiones ha sido nominado para el National Magazine Award en EE.UU.