El único problema del cristiano es la falta de fe. Si afrontamos con fe nuestras dificultades y limitaciones, si nos ponemos en manos de Dios con confianza plena, él se ocupará de nosotros, e incluso todo lo que parece más negativo acabará por volverse positivo.
Lo que más reprocha Jesús a sus discípulos no son sus fallos humanos, sino su falta de fe. El autor ofrece aquí un sencillo itinerario para fortalecerla.
Crítica:
«Un libro breve, casi un folleto, muy útil para hacer bien la oración. Y, en este caso, para hacer la oración en torno a la fe. El título habla de 9 días, pero los textos se pueden aplicar a menos días y también a más días. Muy útil para pararse un poco y plantearse los temas principales de la vida en la presencia de Dios.»
Ángel Cabrero Ugarte, Club del Lector