Algunas vidas pueden explicarse desde una sola coordenada vital o un solo rasgo de su carácter, que llega a ser eje central de su existencia. Este es el caso, según Teófilo Viñas, de san Agustín. La amistad puede explicar todo lo que hizo y vivió aquel hombre extraordinario.
En una primera parte aborda cómo definía y vivía él la amistad, y cómo esta fue madurando desde su niñez hasta su ordenación sacerdotal en el año 391. La segunda parte ofrece, a través de sus cartas, una hermosa panorámica de la amistad que mantuvo con numerosas personas, también con quienes no compartían su fe.
La crítica ha dicho:
«Aunque algunos lectores encontrarán áridos algunos pasajes del libro, en conjunto resulta útil para profundizar en los rasgos de la amistad y para acercarse a la figura apasionante del santo obispo de Hipona.»Santiago Álvarez, delibris.org