Cualquier cosa sirve de excusa, todo es vehículo, oportunidad, puerta a espacios nuevos, insondables, a eternidad presente, milagro manifiesto para quien ve detrás de la apariencia. La vida se despliega ante nuestra mirada y podemos quedarnos atrapados en la percepción aprendida, en la interpretación acordada, en la manifestación preestablecida por la mente. O podemos mirar la manifestación que surge y el fondo que la sostiene, despertando de ese pesado sueño de sensibilidad estancada, de percepciones clasificadas, de mundo rígido y predecible, de puertas cerradas, de sensación de todo hecho, de repeticiones infinitas que mantienen la ilusión de estabilidad inmóvil donde sólo es posible lo posible, de sentidos embotados, de percepciones predecibles, acotadas, incapaces de dejarse tocar por la maravilla que está por todas partes, mostrándose sin aspavientos, esperando o sin esperar ser reconocida detrás de la apariencia. Cuando cambia nuestra mirada, todo cambia. Establecemos nuevas relaciones con los acontecimientos y en lugar de relacionarlos a través de un pensamiento lo hacemos a través de la conciencia silenciosa y atenta. Tenemos acceso a una nueva forma de conocimiento, surge la conciencia de unidad, entramos en un nuevo espacio de conciencia. Matilde De Torres (Valladolid 1957). Licenciada en Medicina, trabaja en el DCCU de Málaga. Estudió Sofrología en Granada. Imparte cursos sobre autorrealización siguiendo las enseñanzas de Antonio Blay. Dirige desde hace muchos años grupos de meditación. Recuerda el HathaYoga de la mano de Enrique Moya, su maestro en esta disciplina, y también imparte clases. Es autora de Para que la vida te sorprenda y Cuando el Silencio Habla publicados en esta misma editorial.