Una cualidad sorprendente de Benedicto XVI es su capacidad de análisis. El estudio de la historia de las ideas filosóficas y teológicas, las experiencias de su vida bajo distintos modelos políticos, el conocimiento de la literatura clásica unidos a su perspicacia y claridad de mente, le hacen merecer ser calificado como un gran analista.Aquí recogemos algunos retos, diez en concreto, que él señala en diversos momentos e intervenciones. Son retos para las personas de hoy, para los cristianos, para la Iglesia.