Cuando en 1889 Emilia Pardo Bazán publica «Morriña», la autora gozaba ya de acreditada fama y popularidad tanto por su ficciones narrativas como por su labor de crítica literaria que le había llevado a divulgar entre el públi
Cuando en 1889 Emilia Pardo Bazán publica «Morriña», la autora gozaba ya de acreditada fama y popularidad tanto por su ficciones narrativas como por su labor de crítica literaria que le había llevado a divulgar entre el públi