Douglas Sirk, director de películas como «Extraña confesión» (1944), «Obsesión» (1953), «Solo el cielo lo sabe» (1955) o «Ángeles sin brillo» (1957), pasará a la historia del cine como uno de los grandes directores de melodra
Douglas Sirk, director de películas como «Extraña confesión» (1944), «Obsesión» (1953), «Solo el cielo lo sabe» (1955) o «Ángeles sin brillo» (1957), pasará a la historia del cine como uno de los grandes directores de melodra