De padres italianos, Italo Calvino nació en Cuba y vivió en Italia y en París, conoció mundo y tomó nota de él. Fue partisano, viajero y escrutador; político "sui generis", idólatra del lenguaje y la metaficción y naturalista diletante; erudito, inconformista y soñador; pero por encima de todo fue un lector integral que se convirtió a la vez en editor de Einaudi y en escritor de éxito. Como un mago de la alquimia, Calvino atravesó todos los estados de la materia narrativa, del estado sólido del neorrealismo al estado líquido de la fábula y el cuento fantástico, y por fin al estado gaseoso de la filosofía con la que concluye la última obra que publicó en vida, ese prodigio de sensibilidad titulado "Palomar".