Al tratar de Cristo, este tercer tomo es el centro de toda la obra. LA novedad estriba en presentarle como “acontecimiento”, por ser la aparición de una persona concreta e irrepetible pero abierta a una misión universal. Vemos así cómo su misión y su persona se identifican. Este cristocentrismo debe ser la norma que permita al cristiano encontrar la vida para participar en la comunión intratrinitaria.