Quien se acerque a la lectura del Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz, está irresistiblemente predestinado a comenzar un camino hacia el encuentro y transformación con el Amado del Alma, Jesús. Este camino tiene una doble senda: de salida y de entrada; de salida de sí mismo y de las cosas y de entrada en el Misterio, en el Amor. Pongamos la mano en el arado sin volver la vista atrás y comencemos este itinerario de amor que se desarrollará con cuatro palabras clave: búsqueda, encuentro, unión y transformación. Estas palabras nos muestran un itinerario de trasformación progresiva que comienza con la búsqueda como cuando el gusano de seda busca el lugar de su metamorfosis; el encuentro es cuando ese gusanillo encuentra su lugar y elabora un capullo para adentrarse en su interior; la unión es cuando ya se es mariposa y se puede volar libremente gozando de la libertad que le brinda el aire; y la transformación es cuando esa mariposa muere, pero no muere si no que es transformada en quien Ama.