«Quisiera que esta carta nos ayudara a reavivar el asombro por la belleza de la verdad de la celebración cristiana, a recordar la necesidad de una auténtica formación litúrgica y a reconocer la importancia de un arte de la celebración, que esté al serviciode la verdad del misterio pascual y de la participación de todos los bautizados, cada uno con la especificidad de su vocación». Desiderio desideravi, n. 62