Más de ciento cincuenta años han empleado los filólogos y especialistas alemanes en dilucidar la auténtica paternidad de esta intensa novela erótica, publicada por primera vez en 1815. Por fin, la inmensa mayoría de ellos coincide en otorgársela, de forma definitiva y concluyente, al gran escritor romántico alemán E.T.A. Hoffmann.
Poca gente, en España, ha tenido la suerte de disfrutar de los encantos provocativos de Sor Monika y las monjitas que con ella conviven, y pocos, también, el poder dejarse arrastrar por la imaginación y la fantasía desbordantes que emanan de cada página de este libro. Y es que, además de la teología, la música o el humanismo presentes en el libro, componentes característicos de la personalidad de E.T.A. Hoffmann, lo que verdaderamente importa, lo que se impone ya desde la primera página, es una alegría, un desenfado que va a impregnar todos y cada uno de los actos de los personajes dotándolos de un trepidante ritmo. Como dice André Pieyre de Mandiargues, el famoso escritor francés, emparentado tan de cerca con la literatura erótica, en el prólogo a esta edición : «Vertiginoso es el tiempo de las novelas rosas, secuencia de cortos momentos de incandescencia en los que se ilumina una hermosa boca entreabierta, hermosos pechos desnudos, un hermoso vientre liso, una hermosa grupa a punto de recibir las vergas, hermosos muslos separados, tan rápidamente y con tantos cambios de manos y de poses que la atención se diluye y de realista no queda estrictamente nada».