La palabra y la vida de Francisco y Clara de Asís, que nos llega a través de sus escritos, más allá de sus envolturas medievales, siguen siendo actuales, evocadoras y provocadoras para el hoy de nuestra cultura y sociedad que necesitan urgentemente dar un giro en su marcha. Se está creado un estilo de persona y una visión del mundo y de la vida en la disolución ética, identificando felicidad y satisfacción inmediata de necesidades o pseudo necesidades, banalizando, cosificando, mercantilizando la relación con los otros, con lo otro y hasta con uno mismo. La apertura a lo ético, a lo absoluto, al Absoluto y a la trascendencia puede liberar a nuestra cultura de la intranscendencia, que hunde al ser humano en el nihilismo, y de caer en esa falsa trascendencia de algunas experiencias religiosas, que no es acogida del misterio de Dios, sino mera apertura al lado desconocido de la condición humana. Y la palabra y la vida de Francisco y Clara de Asís son también voz profética que apremia a nuestra Iglesia de hoy a reavivar su confianza en el misterio de Dios, como fundamento de su propio ser y actuar, y a entrar en comunión con él; a «desear por encima de toda otra cosa tener el Espíritu del Señor y su santa operación» (Rb 10,8); a volver a la frescura y lozanía de la vida según el Evangelio.