La intención de este libro está clara desde las primeras líneas: hacer un ejercicio de admiración y homenaje a unas mujeres tantas veces olvidadas o no valoradas por una sociedad miope. Ellas no quieren alabanzas. Pero es justo pagar un pequeño diezmo de la gran deuda que, desde siglos, tenemos con ellas. Las mujeres protagonistas de este libro pertenecen a la Compañía de las Hijas de la Caridad. La razón es lógica y sencilla: el autor también pertenece al mismo carisma y a la misma espiritualidad que las Hijas de la Caridad. Es bueno aclarar que no he pretendido escribir la biografía de estas mujeres. He intentado destacar, en cada una de ellas, los rasgos más sobresalientes que conectan con lo que indica el título: “mujeres de frontera”, con todo lo que ello conlleva de libertad, creatividad, compromiso, lucha, coraje, profecía... Y siempre dirigiendo la mirada hacia las personas y los colectivos pobres, marginados, descartados, vulnerables...