Y la historia empieza así: 'Tendría unos catorce o quince años. Allí, en su pueblo, Nazaret, casi nunca pasaba nada. Era un pueblo mediano de una región alejada. ¿Cuántos habitantes tendría, aquel pueblo? No lo sabemos, pero no serían muchos, desde luego. Todos se conocían. Y todos tenían relación con los demás pueblos de la comarca: aquella muchacha, por ejemplo, tenía en Caná, pueblo vecino y también rival (siempre ocurre así) unos parientes con los que se entendía bien y a los que veía a menudo.'