Con música sencilla y al alcance de todos aparece un instrumento que puede ayudar a incorporar el canto de Visperas el domingo por la tarde -La hora en que el Señor resucitado se presentó en medio de la comunidad reunida- en muchas iglesias: parroquias, monasterios, casas religiosas, catedrales incluso. (Ver n. 31, 34 y 35).