El primer volumen de la Historia de la Iglesia Católica comienza con los orígenes del cristianismo y las incipientes luchas de la Iglesia en los tiempos apostólicos. Es un periodo de dolorosas persecuciones y a la vez que de un notable florecimiento doctrinal. Con el triunfo del cristianismo, el ulterior desarrollo de la Iglesia se manifiesta en el apogeo de los Santos Padres y en la clarificación de las grandes cuestiones dogmáticas en los diferentes concilios ecuménicos. Finalmente, tras la desaparición del imperio romano de occidente, la fe cristiana se afianza y florece en los nuevos Estados europeos.