La así llamada «Revolución de Asturias», octubre de 1934, fue breve, apenas duró diez días, pero trajo consigo abundantes secuelas de odios, injusticias y matanzas. Dejó también abundante cosecha de mártires. Entre ellos, el Padre Inocencio Canoura Arnau y ocho Hermanos de las Escuelas Cristianas, mártires de Turón, el 9 de octubre del mismo año. Esta biografía recoge la vida y el testimonio martirial del Padre Inocencio. Nacido en la parroquia gallega de Santa Cecilia, diócesis de Mondoñedo, ingresó a los quince años en la congregación Pasionista, iniciándose en la vida religiosa en Deusto-Bilbao en 1904. Ordenado sacerdote en Oviedo, en 1913, ejerció después una acción evangelizadora intensa, en doble vertiente: la docencia y la predicación. Así, hasta el momento de su oblación martirial, a los 47 años. Aquella oblación tuvo lugar junto con la de los Hermanos de las EE.CC., con los que Inocencio ejercía su ministerio y para los que celebraba la Eucaristía. Juntos fueron arrestados y juntos fueron sacrificados. Proclamado Beato por el papa Juan Pablo II el 29 de abril de 1990, es canonizado por el mismo Pontífice el 21 de noviembre de 1999.