Este libro viene a ser concreción y complemento de otras tres publicaciones en la misma colección: Creer en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Para un cristiano Dios significa salvación del mundo, y éste deber ser pensado desde Dios. Quizá porque muchas veces hemos predicado una divinidad y una religión sin mundo, ha surgido un mundo sin Dios y sin religión. Porque hombres y mujeres hoy pretenden ser sujetos autónomos, desligados de toda trascendencia sobrenatural, la cabeza se les cae de un lado a otro, no saben hacia dónde dirigir su mirada, y para comprenderse llaman a la puerta de falsos dioses. Para tal situación, este libro quiere pensar al mundo desde Dios, descubriendo en la realidad histórica esa densidad teologal que permite mirar confiadamente hacia el porvenir.