Con esta obra la pregunta sobre si existe hoy o no una lírica religiosa encuentra una respuesta tan afortunada como contundente. El autor despliega en este poemario, encaje tejido en décimas reales o espinelas, las galas literarias que mejor cuadran con la hondura de su inspiración poética. Su lectura reposada levantará incluso en el lector la ilusión de estar gustando ritmos y vivencias de los mejores tiempos de nuestra poesía mística.