Este libro intenta dar respuesta a una interesante pregunta: ¿Por qué el arte cristiano? Jesús de Nazaret no necesitó dar razón del arte con sus palabras. Él mismo, con su sola existencia, es la justificación del arte. El Hombre-Dios. uniendo las dos naturalezas, es el fundamento de un arte que debe ser expresión de todo el hombre, con lo que éste tiene de espíritu y de materia, de inteligencia y de sentidos. Comunicar la gozosa comprensión de esta verdad, en la teoría bíblica y teológica, y en la realidad práctica de la historia, ha sido el objetivo de este sintético libro.