Saturnino López Novoa (Sigüenza, Guadalajara 1830 - Huesca 1905) destacó por una vida cristiana y sacerdotal vigorosa y ejemplar, cuajada de obras espléndidas al servicio de la Iglesia y de los pobres. Sacerdote humilde y piadoso, laborioso y caritativo, modelo de sacerdotes seculares, supo entrever los signos de los tiempos en la sociedad española del siglo XIX. «Ir en derechura al corazón», no contentarse con lamentar los males de la época, sino actuar y actuar de forma organizada, son las tres fórmulas que López Novoa ofrece ante las urgencias de su siglo, entre las cuales ocupa un lugar destacado la pobreza. Pionero de muchas obras sociales y apostólicas, su obra más conocida, y en la que vuelca toda la generosidad de un sacerdocio vivido en plenitud, es la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en cuya fundación contó con la inapreciable colaboración de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars.