San Amadeo (c.1110-1159), obispo de Lausana, dejó para la posteridad una preciosa colección de ocho homilías marianas, concebidas según un plan bien estructurado y colmadas de unos jugosos sentimientos de devoción que empapan todo su contenido. Una ferviente unción espiritual y una intensa piedad mariana son sus más preciados valores. Vienen a ser un espléndido tratado sobre las glorias de María y un delicioso testimonio de la sabiduría espiritual que se manifestaba en la orden del Císter, especialmente al tratar sobre el misterio de María. Completa el libro un apéndice con himnos asuncionistas medievales, en texto bilingüe.